La protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible ya no son solo temas de comunicación empresarial, sino también factores de valor añadido. El cumplimiento constante de las directrices de protección ambiental puede generar ventajas competitivas reales. Al mismo tiempo, la empresa también cumple con su responsabilidad ecológica. La norma ISO 14001, reconocida internacionalmente, especifica los requisitos para un sistema de gestión ambiental de este tipo.